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26 marzo, 2016

Comunidad Valenciana


Parece increíble que Castellón, Valencia o Alicante tengan un interior tan cuidado y feraz como la Vall de la Gallinera, la Vall de l'Algar, el Alto Palancia o la zona interior del río Veo o el Mijares. Cuando pasas por Oropesa, Benicasin, Burriana, Torreblanca, Valencia, Gandía, Benidorm o Calpe, con todos esos edificios altos en primera línea de mar, no puedes ni imaginarte que a sólo unos cuantos kilómetros de la costa puedas encontrar una naturaleza tan poco contaminada por el exceso de progreso, como la de la Sierra de Espadán, el Desierto de las Palmas, el Maestrazgo castellonense, la Sierra Calderona, el Camp de Morvedre, la Vall de Laguar, el interior de Pego o la Vall de la Gallinera.

 
 

Existen lugares que parece un milagro que aún se conserven tan bien y que mantengan formas de trabajar la tierra como hace 50 años atrás. En estas zonas funcionan muy bien las cooperativas agrícolas.
Sólo con tesón y una fuerza de voluntad grandiosa se puede llegar a opciones como los que se encuentran en estos pequeños pueblos del interior. Existe un genuino interés por recuperar el trabajo de la tierra y la casi olvidada vida rural y sobre todo, en hacerlo con mimo y determinación. La firme voluntad de sacar adelante los productos locales, ecológicos o no. 

 
 

El trabajo de la tierra implica horas de perseverancia. Depende de la climatología y de las plagas. También necesita agua. Nuevas formas recuperadas de antaño aparecen o no se han abandonado del todo. El aprovechamiento del corcho de los alcornoques, nuevas bodegas vinícolas, el desarrollo de la apicultura, la ganadería sostenible de ovejas y cabras, el rescate de antiguas semillas, el cultivo de secano y, cómo no, nuevas formas más eficientes de regadío.

 
 

Estamos tan acostumbrados a ir a un supermercado a comprar que ni siquiera nos paramos a pensar en qué pasaría si se dejase de trabajar la tierra. Sólo hay que hacer un alto y observar que se puede vivir muy bien sin grandes pretensiones y que los zumos naturales de naranja no surgen de la nada.

19 marzo, 2016

Ares del Maestrat

Desde Morella por la carretera CV-12 llegamos a Ares del Maestrat o Ares del Maestre. No es una carretera muy ancha. Recorre una zona rural muy bonita del Sistema Ibérico. Puedes ver grandes rebaños de ovejas y cabras que cruzan la carretera de un lado al otro.


Teníamos ganas de conocer Ares del Maestrat, localidad del Alto Maestrat, catalogada como Bien de Interés Cultural desde 2012.

Su localización sobre un promontorio rocoso la hace especialmente atractiva. Se le considera el balcón del Maestrat y con razón. La visión de Ares desde la carretera es espectacular. Las casas parecen estar colgadas de la montaña. Ya que están suspendidas sobre roca viva.  


En la parte más alta se ubicaba un castillo, del que quedan únicamente ruinas. La situación privilegiada de Ares ha hecho que este habitada desde la Prehistoria. Aún se pueden ver pinturas rupestres en el Museu de la Cova. Estaba cerrado cuando llegamos por las fiestas patronales y no pudimos verlas.



Pero sí pudimos ver los restos del castillo. Castillo excavado en la roca y que está al aire libre. Hay restos íberos, romanos, musulmanes. En 1232, Jaume I lo conquista y lo cede a la Orden del Temple, aunque más tarde pasa a manos de la Orden de Montesa.


Desde esta gran mole que corona el espacio y desde las ruinas del antiguo Castillo de Ares la visión es de 360 grados. Una visión prácticamente aérea, de vértigo.


La población se estructura en calles paralelas al acantilado rocoso y a los pies del Castillo. Este pequeño enclave castellonense dispone de una pequeña, pero bien situada piscina climatizada, una tienda, una farmacia, bares y restaurantes, unos cuantos alojamientos, una oficina de Turismo -cerrada cuando llegamos al ser las fiestas patronales- y una buena y señalizada red de rutas de senderismo ideales para recorrer los alrededores.

11 marzo, 2016

Inatel Cerveira hotel


Llegamos al hotel Inatel Cerveira bajo una lluvia intensa. Nos atendieron rápidamente y pudimos ducharnos y secarnos para ir a ver la ciudad de Vila Nova de Cerveira.


El hotel está situado en una zona campestre, muy cerca de la ciudad. Se puede ir andando sin ninguna dificultad. Su localización es perfecta para la persona que huye del bullicio. Está en una zona semirrural, al lado mismo del río Minho y de las famosas ecopistas. Si te gusta caminar y hace buen tiempo, el paseo hasta Vila Nova de Cerveira es muy agradable de hacer. Como nos gusta caminar, fuimos andando pese a la constante amenaza de lluvia.


La habitación que nos dieron estaba en la segunda planta orientada al río Minho. Las vistas desde la ventana eran bonitas, aunque la lluvia daba un aspecto bucólico a la amplia panorámica del paisaje.


La habitación era de un tamaño correcto para una pareja. Una habitación como muchas otras de otros hoteles, pero era francamente confortable.

El hotel es de tamaño grande. Cuando nos alojamos allí, poquísimas habitaciones estaban ocupadas. Los primeros días sólo estuvimos alojadas allí unas quince personas. ¡Imaginaros un hotel grande, solo para muy pocos! Tranquilo hasta decir basta. Relajante. Supongo que no será tan tranquilo cuando tenga  una alta ocupación.


El desayuno no era nada del otro mundo, pero podías hacerte unas tostadas con mantequilla y mermelada, tomar un poco de queso o algún yogurt. Suficiente para ponerte en marcha y visitar los interesantes alrededores de Vila Nova de Cerveira.


El hotel dispone de una pequeña sala con distintas máquinas para hacer deporte, una zona de recreo, un espacio infantil y por lo que pudimos ver unas pistas, una gran zona de parquing y dos piscinas en uno de los lados del edificio. Es un hotel tranquilo para ir en pareja en invierno o fuera de temporada  y cómodo para ir en familia en temporada alta. Así es como lo vi yo.

02 marzo, 2016

Vila Nova de Cerveira, insuperable

Ya sabíamos que ir de vacaciones a Portugal en invierno tiene sus desventajas, aunque también posee ventajas evidentes. La desventaja tiene que ver con la climatología - te arriesgas a la posibilidad de tener una lluvia abundante -. Las ventajas son muchas: que estamos prácticamente solos en los hoteles y restaurantes y, además, que podemos pasear sin las aglomeraciones típicas del verano. Algo muy agradable, la verdad.


Cuando llegamos a Vila Nova de Cerveira acababa de llover a cántaros. Hacia un viento infernal, pero logramos hacer todo el recorrido por el Castillo y el Pelourinho absolutamente en soledad y ¡sin lluvia!.


El centro histórico de Vila Nova de Cerveira está muy bien conservado. No es muy extenso, al contrario es recogido y bonito. Como también son muy bonitos los alrededores de la ciudad.

El Castillo de Vila Nova de Cerveira es del siglo XIV. Dispone de 8 torres de vigilancia y de una muralla muy bien conservada. Puedes acceder a él desde la Praça da Liberdade, como hicimos nosotros. En esta misma plaza, se halla la Igreja Matriz y la Casa Verde, palacio del siglo XIX.


En el centro histórico, además puedes ver la capela de Nossa Senhora da Ajuda y la Igreja da Misericórdia.
En los extramuros del Castillo, en las ruas de Costa Pereira y do Cais, las pequeñas casas de piedra tienen un cierto aire marino. Acorde, desde luego, con la fuerte presencia del río Minho en la vida cotidiana de los habitantes de Vila Nova de Cerveira.

En la orilla del río, puedes ver que han habilitado dos zonas diferentes para separar el puerto pesquero del deportivo.


Pasear por la orilla del río Minho es una gozada. Si tienes suerte y puedes ver un atardecer delante del río te quedarás asombrado de la bella imagen del reflejo del sol en el agua. Tal cual como en un gran espejo.


Cercanas al río, y en paralelo a él, han habilitado las ecopistas que son caminos trazados para recorrerlos andando, corriendo o en bicicleta. Es un espacio lúdico de lo más interesante. Limpio, familiar y cuidado.


Vila Nova de Cerveira dispone de las mejores infraestructuras que he visto en una pequeña ciudad. Con una buena red de carreteras que la unen con diferentes ciudades del norte de Portugal y con España. A Galicia se llega atravesando el puente internacional, Ponte da Amizade,  inaugurado en el 2014.
La ciudad se organiza a través de excelentes equipamientos, infraestructuras y servicios como el Pabellón del Estadio Municipal, la Piscina Municipal, la Pista de Atletismo, la Biblioteca Municipal, el Aquamuseu do Rio Minho, el Fórum Cultural, el Posto Naútico, varios Pabellones Multiusos, buenos centros escolares y el agradable parque acuático, Parque do Castelinho. Como aliciente añadido a esta ciudad existe una importante Universidad de Arquitectura y Urbanismo: la Escola Superior Gallaecia.


Vila Nova de Cerveira es una ciudad ideal tanto para el ocio, como para vivir en ella. Una ciudad habitable, cívica y plácida. Insuperable.